El hierro en batería de cocina
El hierro siguió al cobre históricamente en el desarrollo de materiales y batería de cocina. En comparación con el cobre, tiene el mayor calor volumétrico específico y la menor conductividad térmica. Estas condiciones son óptimas para alcanzar temperaturas muy altas, y mantenerlas con una buena estabilidad. Por desgracia, químicamente, el hierro no tiene características ventajosas. Es un material higroscópico (absorbe rápidamente la humedad atmosférica) y con el aire se produce óxido, que corroe el material
Características del hierro en utensilios de cocina
Material: Peso muy elevado. altamente vulnerable a la corrosión (oxidación).
Conductividad térmica: No muy buena (tarda mucho en alcanzar la temperatura deseada), sin embargo mantiene una temperatura muy estable para cocinados de larga duración.
Uso: Apto para gas, eléctrica, inducción y horno.
Mantenimiento e higiene: Antes de su primer uso es aconsejable cocinar algún producto que se pueda desechar. esto permitirá limpiar las impurezas iniciales del recipiente.
¿Sabías que?
-Se debe calentar la pieza antes de usarla.
-No se deben conservar alimentos en el recipiente después de la cocción.
-Se recomienda limpieza con agua sin jabón, secar y untar con aceite antes de guardarla en un lugar seco. esto retrasará o evitará el proceso de oxidación, manteniendo sus propiedades en óptimas condiciones.
-El uso del lavavajillas está altamente desaconsejado.
Hierro de fundición
El hierro fundido no es un metal, sino un aleación, compuesto de hierro (fe) y carbono (c) en altos porcentajes (entre el 2,11% y el 6,67%, que es el límite máximo de solubilidad del carbono en hierro). El hierro fundido, en comparación con el hierro, tiene una mayor resistencia mecánica, un mayor calor volumétrico específico y una menor conductividad térmica. Por lo tanto, es capaz de mantener temperaturas de cocción más elevadas y estables que el hierro. En algunos casos, estas temperaturas son demasiado altas para determinados tipos de cocina. Por este motivo, se prefiere el hierro para cocciones delicadas, mientras que el hierro fundido se utiliza ampliamente en la producción de placas y planchas.
Desde el punto de vista químico, presenta los mismos problemas que el hierro y está sometido a los mismos tratamientos. Tradicionalmente, para evitar una oxidación demasiado rápida, se aplica un proceso de curado a las piezas de hierro destinadas a la cocina. Se trata de recubrir toda la superficie del recipiente (tanto el interior como el exterior) con una capa de grasa o aceite y someterlo a un proceso de alta temperatura, creando una capa de protección que penetrará en los poros, la impermeabilizará cuando se caliente, y polimerizará formando una capa antiadherente similar a los recubrimientos poliméricos más modernos. Con el tiempo, bajo la capa polimerizada se genera un óxido negro estable que tiene excelentes propiedades de protección. Sin embargo, durante el primer periodo de uso, es bueno tratar el recipiente ferrítico con cuidado, porque la capa polimérica es bastante delicada. Hay que evitar el uso de esponjas metálicas o abrasivas y los detergentes agresivos.
Mantenimiento del hierro fundido
Se utiliza sal fina para la limpieza. Mientras el interior no esté ennegrecido, es aconsejable engrasarlo con frecuencia y evitar cocinar alimentos ácidos. Especialmente en el pasado, el proceso de esmaltado del interior de las ollas de hierro, también se utilizaba ampliamente. Aun así, la capa de esmaltado no es muy resistente frente al desgaste ni a los cambios bruscos de temperatura, y tiende a deteriorarse con el tiempo.
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